España tendría prácticamente que duplicar la inversión que realiza en Defensa para alcanzar las exigencias de la OTAN de destinar a esta materia una cantidad equivalente al menos al 2% del PIB nacional. Según un documento que la alianza hizo público el pasado mes de junio, España apenas invertía el 1% de su PIB en Defensa en 2021, la tasa más baja de los 29 países de la organización a excepción de Luxemburgo, que destinó un 0,6%.
Si se calcula en términos monetarios, con los datos que aporta el documento se puede deducir que el Gobierno tendría que invertir un total de 23.000 millones de euros al año para cumplir con el compromiso del 2% que exige la Alianza, una cuantía muy alejada de los 11.729 millones que se destinan actualmente a Defensa. Esto significa que, para cumplir con la OTAN, el Ejecutivo tendría que invertir 11.271 millones anuales más en Defensa, un 96% más de lo que se gasta actualmente.
De hecho, el déficit de inversión de España es tal que en toda la alianza solo Alemania -que tendría que gastar 15.349 millones adicionales para alcanzar el 2%- afrontaría un esfuerzo económico mayor. Sin embargo, el Gobierno alemán ha decidido ir mucho más lejos y se ha comprometido a invertir en esta partida 100.000 millones de euros ya en 2022, un esfuerzo que elevaría su gasto sobre el PIB al 3% este año.
Para poner en contexto la inversión que tendría que hacer el Gobierno español para cumplir con la OTAN, ahí van algunas cifras. Esos algo más de 11.000 millones de gasto adicional son una cuantía similar a la que las administraciones públicas dedicaron a protección medioambiental en 2020 (10.784 millones de euros, según Eurostat), duplican la dotación de dinero público para vivienda y servicios comunitarios (5.071 millones) y superan con claridad la inversión en educación superior (7.257 millones). Este gasto extra estaría también en niveles similares a la inversión pública anual en productos, aparatos y equipos médicos realizada en 2020 (13.000 millones).
Por el momento, el Gobierno no ha dado signos de que tenga intención de cumplir con este compromiso en el corto plazo. El lunes de la semana pasada, el presidente, Pedro Sánchez, descartó un aumento extraordinario en Defensa tras el anuncio de Alemania y recordó que durante su mandato la inversión ha aumentado una décima, pasando del 0,9 al 1% sobre el PIB. Según los propios cálculos de la OTAN, España ha aumentado su gasto bruto en Defensa un 20% en los últimos siete años, pero sigue lejos del 2% del PIB.
También conviene apuntar que el cálculo del gasto que hace la Alianza no coincide al cien por cien con lo que aparece en los Presupuestos Generales del Estado. Por ejemplo, la OTAN suma a esta cantidad otras partidas como las misiones militares en el exterior, que no se financian a través del presupuesto de Defensa, según recoge Europa Press.
Precisamente, Sánchez coincidía este martes con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante su visita a la misión de la Alianza Atlántica en Letonia. Allí, el presidente expresó que "los aliados de la OTAN están unidos y el vínculo transatlántico es más fuerte que nunca". Además, enfatizó el "compromiso inquebrantable" de España con Ucrania tanto con ayuda humanitaria como militar para apoyar a sus ciudadanos ante "un acto de agresión a la seguridad de Europa", según recogió Efe.
Más incumplidores que cumplidores
En todo caso, lo cierto es que en toda la OTAN son más los países que incumplen los compromisos de gasto que los que cumplen. Solo diez de los 29 Estados miembros en la alianza destina más del 2% de su PIB a Defensa. (Islandia no tiene Ejército con lo que queda excluida de la estadística, aunque es miembro de la alianza).
De hecho, la gran mayoría del gasto en Defensa de la alianza procede de los Estados Unidos, que invierten en esta partida 667.652 millones de euros al año, una cantidad equivalente al 69% del gasto total de toda la alianza. En términos relativos, solo Grecia -con un gasto sobre el PIB del 3,8%- invierte más que Estados Unidos, que se deja el 3,5% del tamaño de su economía.
La exigencia de destinar una cantidad similar al 2% del PIB se remonta a un compromiso que adoptaron los ministros de Defensa de los diferentes países miembros en 2006. Tras la primera escalada militar en Ucrania, que se produjo en 2014, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incidió en ese compromiso y los aliados se comprometieron a alcanzar ese 2% en un plazo máximo de diez años, que concluiría en 2024.
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